CAMINO DE SANTIAGO


Día 7 de julio de 2012: Segunda experiencia  del Camino de Santiago. Este año empezando en la primera etapa del Pirineo Francés, desde St. Jean Pied de Port y terminando en Burgos. Ya sé que el camino a Santiago no termina en Burgos, pero la idea, este año era el camino a la inversa. Los primeros ocho días repetí la experiencia con la familia y los otros cinco solo. Con la familia (tíos, primos y novios/as) divertido ante todo. Y lo mejor del Camino solo es que siempre hay muchos caminantes, nunca te van a faltar grupos a los que unirte, en las paradas nunca falta compañía y conversación gente de todo tipo de todas partes y si quieres disfrutar de la soledad, también tiene cabida. Te das cuenta de que todo lo que realmente necesitamos para vivir cabe en una sencilla mochila de 30 litros, y que el único lujo, que en el camino se hace casi necesario, es una cámara de fotos; que en el mundo hay muchas más cosas que nos unen que las que nos separan, y que las que nos separan son banalidades que dejan de importar. Pero esto es lo que yo he aprendido, cada uno vive el camino a su manera y cada uno aprenderá cosas diferentes según cómo él elija vivirlo.

Las etapas son duras destacando sobre todo la primera etapa (St. Jean Pied de Port- Roncesvalles) al ser toda la subida a los Pirineos, pero que se compensa sin duda por las maravillosas vistas que se nos descubren. No deja de ser curioso además como va cambiando el paisaje a medida que vas avanzando y pasando provincias y comunidades, desde las montañas y valles de los Pirineos, hasta las inmensas llanuras y campos de cebada de Castilla y León, pasando por los interminables viñedos de La Rioja por lo que una máquina de fotos es también una buena compañera. Otros kilómetros se hacen pesados, sobre todo en las entradas a las ciudades grandes, ya que se suele entrar en ellas por el polígono industrial.
En total 13 días caminando en los que he hecho aproximadamente 290 kilómetros, trece días intensos con 290 km. de buenas experiencias.